domingo, 18 de enero de 2015

2ª sesión Cómic

Ahí va la siguiente sesión de profundización en el origen de nuestro Cómic objeto de estudio.

ARGUMENTO 13, RUE DEL PERCEBE

   Francisco Ibáñez, además de ser el “padre” de Mortadelo y Filemón, tiene otros muchos “hijitos” igual de divertidos que sus primogénitos como son La familia Trapisonda, 13, Rue del Percebe, El botones Sacarino o Rompetechos.
  Te presentamos a una de las comunidades de vecinos más locas que existen:
13, RUE DEL PERCEBE.
  La primera historieta se publicó el 6 de marzo de 1961 en la revista Tío Vivo.
 13, Rue del Percebe es una macroviñeta que ocupa una página y que está divida a su vez en viñetas no secuenciales, (puedes leerlas en el orden que quieras porque son independientes) y que muestra en clase de humor un edificio de apartamentos y la comunidad que lo habita.
  En la buhardilla vive Manolo, un moroso continuamente acosado por sus acreedores que se inventa ingeniosas maneras de evitarlos. En la azotea también encontramos a un ocurrente ratón que no deja de torturar a un pobre gato negro.
  En el tercer piso encontramos a un patoso ladrón llamado Ceferino Raffles que no puede dejar de robar cosas inútiles y a su fastidiada esposa. El apartamento contiguo lo ocupan una mujer y sus tres hijos pequeños, incorregiblemente traviesos.
   En el segundo piso habita una anciana que, eterna amante de los animales, no deja de cambiar de mascota (normalmente gatos, pero ha tenido incluso una ballena) ni de tener los más variados problemas con ellas. En la puerta de al lado, trabajaba infatigablemente un profesor loco especializado en crear monstruos. Debido a la censura (solo Dios podía crear vida) el personaje tuvo que ser eliminado y, durante varios números, el piso apareció vacío y en venta, otorgándole mayor protagonismo a la portera al intentar venderlo, siendo el estado del piso el motivo cómico. Posteriormente es sustituido por un desastrado sastre con mucha cara dura.
   En el primer piso moran, a la izquierda un veterinario no muy competente con una variopinta clientela. A la derecha vive la mezquina dueña de una pensión continuamente superpoblada, en la que destacan los intentos de la mujer por alojar a más inquilinos mediante estrambóticos y ocurrentes métodos.
   En la planta baja hallamos la tienda de ultramarinos de Don Senén, un desconfiado tendero que siempre encuentra modos de engañar a las clientas con el peso y la frescura de la mercancía, aunque a veces le sale el tiro por la culata. Al lado, a la cotilla portera de la comunidad de vecinos.
Pero no termina ahí la cosa porque frente a la portería habita Don Hurón, nada más y nada menos que en una alcantarilla, que posiblemente le fuera alquilada por la dueña de la pensión. A menudo aparece comentando sus problemas con la portera, generalmente sobre transeúntes despistados que caen por el boquete de la alcantarilla o sobre los intentos de una serie de ratas que viven en el pozo por disputarle la vivienda.
  El ascensor del edificio, a pesar de ser inerte, es también un personaje por derecho propio pues, de igual modo, sufre las más diversas peripecias y fenómenos. Tan pronto no funciona bien como es robado, como está en reparación y es sustituido por variados métodos alternativos (como un cañón o un fuelle gigante para impulsar a los viajantes a los pisos superiores), o es reemplazado por nuevas versiones encargadas a variopintos constructores (como un fabricante de juegos de ajedrez, uno de las pompas fúnebres o un vidriero, los cuales predeciblemente proporcionan a modo de ascensor una torre, un ataúd y una botella gigante).
   También hay que poner atención a la araña de la escalera que cada vez se disfraza de una manera diferente, lo que recuerda un poco a Mortadelo, quien hace alguna aparición esporádica en este lugar.    Asimismo, a veces aparece por el edificio otro de los personajes de Ibáñez, el miope Rompetechos.

    El edificio y varios de los personajes que lo habitan, como el tendero, el ladrón, o la portera, dieron el salto al cine al aparecer en algunas escenas de la película La gran aventura de Mortadelo y Filemón, basada en los personajes más conocidos del autor. En la película, el 13 de la Rue del Percebe, es el edificio donde vive la madre de Filemón, teniendo como vecinos a los personajes de la historieta.
   En la actualidad, 13, Rue del Percebe da nombre a una calle en el municipio de Rivas-Vaciamadrid. Se ha dicho que la popular serie Aquí no hay quien viva, tomó como modelo a 13 Rue del Percebe para crear el 21 de la Calle Desengaño, sobre todo en las primeras temporadas, aunque el autor de la historieta y los responsables de la serie lo han negado en alguna ocasión.

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